Como ya sabéis algunos, el pasado 23 de Mayo fui invitado a Palma de Mallorca para dar una pequeña ponencia sobre el fraude en el seguro y, más concrétamente, sobre la detección por parte de los peritos.

Resulta por todos conocido que el fraude representa un importante agujero económico para las Compañías, adquiriendo especial importancia en estos tiempos de crisis en los que cualquier ocasión es buena para obtener alguna ganancia de más.

Al igual que las propias compañías de seguros, las actuaciones periciales también se han modificado. Ya no es la profesión que antaño conocimos, sino que cada vez se nos solicitan mayores objetivos, tanto de resultados como de atención al cliente. Y es que no debemos olvidarnos que cada vez más las compañías se parecen más a empresas de servicios, en las que se abarcan, además de la atención de siniestros, otras prestaciones como la defensa jurídica, contratación de profesionales para reformas, soporte informático, reparación de electrodomésticos, etc.

Los peritos dentro de este micro mundo del seguro, podemos también añadir un plus en nuestro trabajo en los tiempos actuales, como es una actitud activa ante la detección del fraude.

El perito debido a su dilatada experiencia en la calle, en su día a día con personas de todo tipo y condición, está suficientemente preparado para poder determinar la autenticidad de un siniestro, la veracidad de la documentación aportada o el abuso por una reclamación desproporcionada.

Ya forma parte de cada uno la utilización de las herramientas de que disponemos, la forma de encarar esas situaciones y los medios y métodos usados para determinar el citado fraude.