Se acaban de publicar los datos del Ministerio del Interior donde se recoge el número de infracciones penales registradas en España.

Según se desprende del mismo, han  disminuido todos los tipos de delitos (homicidios, faltas, tráfico de drogas, etc.), a excepción de los Robos con Fuerza en Domicilios, llegando a denunciarse un total de 127.380, lo que representa casi un 1% con respecto al año anterior.

Parece evidente que a pesar de tener un índice inferior de robos que en el resto de países europeos (aunque pensemos lo contrario), los robos siguen siendo la principal partida indemnizatoria para las compañías aseguradoras, junto con la cada vez más creciente responsabilidad civil.

En cuanto a la contratación y existencia de pólizas en España, esta no ha sufrido tanto como cabía esperar con la crisis que llevamos arrastrando ya unos años. De hecho, las pólizas de hogar han aumentado, aunque evidentemente las de Comercio e Industria sí se han resentido dada la menor actividad económica y el cierre de numerosas PYMES.

Datos ICEA 2013

En cuanto al fraude, todavía no se tienen datos completos del año 2013, si bien siguiendo la tendencia de 2011 y 2012 (con un aumento del 11%), no podemos esperar que haya disminuido sino más bien lo contrario.

Es aquí cuando la labor del perito toma especial relevancia, cuando debe existir un compromiso entre todas las partes para luchar contra esta lacra, porque el fraude lo comenten algunos, pero lo pagamos todos (creo que esta frase ya ha sido utilizada, porque me suena mucho).

Para la persecución del fraude, no basta solo con decirlo, sino que debe existir una actitud activa por parte de todos; agentes de seguros conocedores de primera mano de sus clientes y con amplitud de mira sobre su negocio, tramitadores de siniestros involucrados, responsables de los distintos departamentos de las compañías ofreciendo colaboración e intención de llegar a las últimas consecuencias con los defraudadores y peritos conocedores de las tendencias defraudatorias e incentivados por el sobre esfuerzo que supone este plus en su actividad y que en muchas ocasiones excede de sus competencias.

De esta manera, sin lograr evitarlo (recordemos que somos humanos), sí haremos que exista un mayor respeto y un mayor temor a cometer fraudes, dejando de resultar tan barato en la actualidad perpetrar estos hechos.